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martes, 29 de enero de 2019

Miró

https://youtu.be/C05-a22llJ8

Joan Miró logra su primera exposición en solitario desde el dieciséis de febrero de 1918 hasta el tres de marzo del mismo año, la misma se produjo en las Galerías Dalmau en Barcelona, durante su presentación se mostraron 64 cuadros referentes a paisajismo, naturaleza muerta y retratos.

Dichas tendencias se basaron principalmente en los movimientos artísticos como el fauvismo, caracterizado por el empleo del color puro, el postimpresionismo y el cubismo.

Dentro de las pinturas que captaron mayor curiosidad fue la titulada Nord-Sud, obra marcada por la unión de varias técnicas, como la de Cézanne, mediante inscripciones, y las pinturas referentes al cubismo de Juan Gris o Pablo Picasso, otra muestra de la tendencia cubista está plasmada en los retratos como el de V. Nubiola, donde también realiza trazos con el color fauve. Durante este año también realizo una exposición en el Círculo Artístico Sant Lluc con sus compañeros del grupo de arte.
En la época veraniega Joan Miró se trasladó a Montroig, decidiendo abandonar los colores fuertes y las formas rígidas que realizaba en sus obras hasta el momento, y decide cambiarlos por figuras con más detalles.
El propio Joan Miró declaró mediante una postal enviada el 16 de julio de 1918 a su compatriota Ricart, que no quería tener más relación con lo simple y abstracto, por lo que le llamaba más el interés en lo minucioso del dibujo de naturaleza, en cada detalle de los árboles, hojas, ramas, hierbas y tejas, sin embargo aclara que estas pinturas no necesariamente tenían que ir separadas del cubismo o el fovismo; por lo que se propuso a trabajar arduamente en las telas para lograr el mejor acabado posible.

Durante esta época realiza pinturas de paisajes realizados de manera cuidadosa, ejecutando cada trazo y forma individualmente, tomando cada vez más importancia el orden de los signos e iconos, por ejemplo en su obra En viñas y olivos de Montroig, se pueden distinguir cada raíz de los árboles individualmente al conectarse con la tierra.
En 1920 viaja a París por primera vez, donde se establece. En la capital francesa se instala en un taller ubicado en la calle Blomet, cuyo propietario era el escultor Pablo Gargallo con quien llegó al acuerdo de usarlo los inviernos, temporada en que Gargallo no hacía uso del mismo.
El 29 de abril de 1921 realiza una exposición en la Galería La Licorne, la cual fue organizada por el galerista Dalmau, obtuvo críticas positivas sopesando el hecho que no vendió ninguna obra. En Montparnasse conoció a icónicas figuras del arte como André Masson, mediante las reuniones que se daban lugar dentro de la sociedad artística, en donde también participaba Pablo Picasso quién ya en 1919 le había comprado el cuadro de Atorretrato y la Bailarina en 1921.
La estructura de sus pinturas tenían como eje principal los fondos lisos y neutros, sobre los cuales se plasman rasgos dentro de la escala de colores vivaces, esencialmente el azul, rojo, amarillo verde y negro, en las mismas se distinguen siluetas con forma indefinida que resaltan mediante la utilización de rectas, líneas punteadas, plumas y espirales.

Más tarde demostraría la belleza de lo simple, en donde de manera fluida dibuja puntos y líneas, que incluyen estallidos coloridos.
En 1940 luego de haber iniciado la Segunda Guerra Mundial regresó a España, a pesar de ser partidario del movimiento republicano. Incursiona en otras disciplinas del arte como lo es la impresión de dibujos, texto o fotografías en piedras o planchas metálicas y los grabados, dedicándose a estas expresiones fundamentalmente en la década de los cincuenta. Además pintó acuarelas, collages, esculturas, escenografías teatrales y diseño de tapices.
Joan Miró también se destacó por la realización de esculturas en cerámicas, que se convirtieron en obras de gran relevancia, del mismo modo que sus pintorescas pinturas, destacándose los colosos murales de La pared de la Luna y La pared del Sol, ejecutado durante dos años a partir de 1957, destinados a la sede de la UNESCO en París y el mural que realizó en el Palacio de Congreso y Exposiciones de Madrid.

Como demostración de la magnificencia de sus obras se apertura en 1957 la fundación Miró de Barcelona, el cual se convierte en un centro cultural que tiene como objetivo principal difundir las nuevas tendencias del arte contemporáneo.
Gracias a su trabajo artístico, Miró ha obtenido importantes premiaciones dentro de las cuales destacan: el premio Guggenheim, le fue conferido el título de caballero de la Legión de Honor de Francia, además de recibir el doctor honoris causa de la Universidad de Harvard, fue galardonado en 1980 con la Medalla de Oro de las Bellas Artes de España, entregada por Juan Carlos I.

El artista Joan Miró muere el 25 de diciembre de 1983 en Palma Mallorca a sus 90 años, por causa de insuficiencia cardiaca.

Obras :




Constelaciones.



La bailarina

Interiores holandeses de Joan Miró
I



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